lunes, 12 de febrero de 2018

Metro detecta cuatro propuestas de líneas rentables en Santiago



El Mercurio

Algunos trazados coinciden con el plan maestro de extensiones que el Presidente electo, Sebastián Piñera, planteó durante su campaña.

Por Manuel Valencia

Un sistema de transporte público basado más en rieles que en ruedas es la base del programa del Presidente electo, Sebastián Piñera, para el gobierno que se inicia el próximo 11 de marzo.

Denominada "Transporte del Tercer Milenio", la propuesta plantea extender el metro de Santiago en 78 kilómetros, que se desglosan en las nuevas líneas 7 (25 km, de Renca a Vitacura), 8 (12 km, en el eje Santa Rosa), 9 (14 km, entre Pajaritos y Baquedano) y 10 (12 km, entre Macul y Peñalolén). A eso se suman 15 km de extensiones de líneas ya existentes, como la 2 a Lo Espejo, la 3 a Quilicura y el Hospital Militar y la 4 al sur, además de un eje por Américo Vespucio Oriente. Algunos de esos proyectos ya cuentan con análisis realizados por la actual administración, en el marco de los estudios que derivaron en la decisión de la Presidenta Michelle Bachelet de construir la anunciada Línea 7 entre Renca y Vitacura.

Según un informe al que tuvo acceso "El Mercurio", de los proyectos estudiados por Metro desde 2014, cuando la Mandataria instruyó evaluar la nueva Línea 7, cuatro trazados cumplieron con el requerimiento técnico de tener sobre un 6% de Tasa Interna de Retorno (TIR) que, según una proyección a 25 o 30 años, debe generar beneficios sociales superiores a los costos.

Ejes norte-sur

"Los estudios son un soporte técnico y un insumo en la toma de decisiones de la autoridad. Hay que considerar que cada vez que se decide la materialización de una nueva línea de metro, como fue el caso de la Línea 7 en junio de 2014 u otro proyecto estratégico de transporte de gran envergadura con impacto a nivel de ciudad, o cuando las tendencias de localización de hogares o actividades no residenciales cambian respecto de la evolución histórica prevista, es esperable que también puedan cambiar las condiciones de movilidad de la ciudad", señalan desde Metro.

Esos proyectos corresponden a una línea por Los Leones-Macul-La Florida, un trazado muy similar a la Línea 10 planteada por el Presidente electo en campaña (la diferencia es que su propuesta se inicia en Irarrázaval). Otro trazado verificado es la línea entre 5 de Abril-Toesca-Santa Isabel-Salvador (parecida a la Línea 9, entre Pajaritos y Baquedano).

Y pese al corredor de buses ya existente, también aparece como una línea atractiva la que avanza por Santa Rosa hacia el sur, entre la Alameda y La Pintana (similar a la Línea 8), además de otra por avenida Dorsal, entre Recoleta y Renca.

"En términos de la movilidad general de Santiago, una red de metro más extensa aporta un mayor grado de resiliencia, debido al aumento de las alternativas de viaje, fomentando el uso del sistema de transporte integrado, considerando el aporte que realizan los buses y el metrotrén", añaden desde la estatal.

Luz verde

Según el subsecretario de Transportes, Carlos Melo, al contar con la Línea 7, los nuevos proyectos entre el norte y el sur de Santiago tienen luz verde para hacerse realidad. "El gran tema que tenía el desarrollo del metro con líneas norte-sur era el tope con Línea 1, como espina dorsal. Dado que la Línea 7 resuelve el problema, abre la puerta para elegir una alternativa rentable para la ciudad y claramente hay opciones norte-sur en ejes absolutamente consolidados, donde habita gran cantidad de personas que pueden verse beneficiadas por un transporte masivo como el metro".

 La alternativa de concesionar

Para el especialista en transportes y ex coordinador de Transantiago Raimundo Cruzat, en los próximos proyectos de metro "se requiere seguir invirtiendo, porque hay una valorización en la certeza de tiempos de viaje muy alta en Santiago". Y a juicio de Franco Basso, académico de la U. Diego Portales, "las opciones más atrayentes de extensión son las de Macul y, sobre todo, de Santa Rosa, porque permiten llegar a comunas donde el metro no tiene presencia".

El próximo gobierno comprometió financiar las obras del plan de cuatro líneas nuevas y de extensiones, estimadas en US$ 5.850 millones, mediante el sistema de concesiones. Para Cruzat, dado el nivel de endeudamiento del país, la opción de este modelo "parece ser una buena fórmula, pero más para la infraestructura que en la operación, donde metro opera bien y puede generar economías importantes". Según Carlos Cruz, secretario ejecutivo del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), el uso del modelo de concesiones en el metro sería inédito en el mundo y permitiría recurrir al recientemente aprobado fondo de infraestructura. "Se puede conseguir dar las garantías necesarias para que un privado se interese por invertir en una línea de metro, cuyo retorno lo va a recuperar en 50 años", explica. "Si se crea el instrumento, aparecen los recursos", concluye.

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